ZP hablando del reconocimiento de Cataluña como nación:
"Por tanto, creo que si a la luz de la Constitución no existe incompatibilidad y, lógicamente, habrá oportunos dictámenes, desde el punto de vista del Gobierno no va a haber ningún problema para esa reforma del Estatuto y para que ese término pueda aparecer en el Estatuto de Cataluña".
Esto tiene un problemilla, estimado Sr. Rodríguez: si Cataluña es una nación, entonces, ¿qué es España?. Porque si Cataluña fuese nación, entonces no lo sería España; no cabe una nación dentro de otra.
Pero esto a ZP se la suda, sin más. A ZP se la suda que la mayoría sienta que España es una nación porque se la sudan sus compatriotas (lo que él llamaría la ciudadanía) . ZP no duda en traicionar a su país en favor de los postulados de una minoría excluyente.
Todo le parece bien a ZP con tal de no discutir, que eso cansa. ZP claudica ante unos e ignora a los otros por no tener que pensar. Porque, ¿tiene algo que proponer ZP?, ¿en qué cree ZP? (y no me vale ni la paz perpetua, ni el optimismo antropológico).
ZP es un vago intelectual, sin duda, pero los que piensan por él no descansan. Ese es el problema.
Por otra parte, que algo quepa en la constitución no quiere decir que sea razonable. Por ejemplo, aunque quizás no sea anticonstitucional una ley que proclame que nuestro presidente del gobierno es un inútil/incompetente/inmaduro/irresponsable, tal ley nunca se promulgará. No todo lo que cabe es necesario o conveniente.
Se subestima el peligro de la política centrífuga de ZP. Su puto optimismo antropológico nos va a salir carísimo.