En junio de 1915, Walter Kirke, encargado de la inteligencia militar en Francia, escribió en su diario que Mansfield Cumming, citado en el diario como 'C', el jefe del servicio de inteligencia británico estaba haciendo 'varios descubrimientos para conseguir tinta invisible en la Universidad de Londres'.
En octubre, anotó en su diario que 'había oído al jefe decir que la mejor tinta invisible era el semen', fluido que no reaccionaba a los métodos de detección usuales en la época. Además, el semen tenía la cualidad de que podía ser leído perfectamente.
Un miembro cercano a Cumming, Frank Stagg, aseguró que nunca vio a su jefe tan contento como cuando le dijeron que el semen no reaccionaba a los vapores de yodo.
Pero no todo fueron ventajas en este descubrimiento, ya que el agente que lo llevó a cabo tuvo que trasladarse porque se convirtió en el objeto de las burlas de sus compañeros.
Además, algún agente tuvo que ser avisado de utilizar sólo 'tinta fresca' ya que algunos corresponsales que recibían las cartas notaron un extraño olor.
Más aquí
Juaaaaaaaaaaasss
Es un interesante detalle que el individuo impulsor de la iniciativa se apellidase precisamente Cumming. Tremendo.
Buscando en wikipedia, veo que el tal Cumming, después de tamaño descubrimiento dijo "Every man is his own stylo".
Buenísimo.
¿Es verdad esto? Parece increíble.
Hoy había otra mamarrachada de la que hablar, pero me parece irrelevante al lado de esta seminal "revelación". Pongo el vídeo y asunto resuelto:
Esto es verdad, y no es increíble. No sé si es seminal.
21 septiembre 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario